Pensamientos

Te prestaré un hijo mio.
Para que lo ames mientras viva.
Podrá ser un mes,
seis meses,siete años,
diez, treinta años o mas tiempo,
hasta que lo llame.
Podrás cuidarlo?
Quiero que aprenda a vivir, he buscado un maestro y te elegido a ti...
Le enseñaras? No te ofrezco que se quedara contigo, solo te lo presto, por un tiempo. Por que lo que va a la tierra, a mi regresa. El dará la ternura, la alegría y todo el amor de su juventud. Y el día que lo llame, tu no lloraras, ni me odiaras por regresarlo conmigo. Su ausencia corporal quedara compensada, con los muchos y muy agradables recuerdos, y con ello tu luto será mas llevadero y habrás de decir con agradecida humildad.
HAGASE, SEÑOR, TU VOLUNTAD.


Te prestaré por un tiempo una MADRE, para que la ames mientras viva, podrán ser 10,20,30 años o más, hasta que la llame. Te pregunto: ¿Podrás cuidarla?
Quiero que aprendas a vivir con ella, le he buscado unos hijos y te he elegido a ti. No te ofrezco que se quedará contigo para siempre, sólo te la presto.
Ella te dará ternura y alegría por tenerte. El día que la llame no llorarás, ni me odiarás porque la regrese a mi, su ausencia corporal quedará compensada por el amor y por los muchos y agradables recuerdos que como buenos hijos le hicieron vivir.
Ten presente que si algo te entristece, que si el golpe del dolor te hiere algún día, tu pena es mía y así, con todo esto, tu luto será más llevadero y habrás de decir con agradecida humildad: ¡Hágase Señor tu voluntad!